21/03/2006

OSCAR FERNANDEZ textos

ME MIRAS...

...Un suspiro escapa de mi alma;
y el tiempo se hace tardìo y paciente,
cuando en una risa centenaria
me atrapas cautivo.
Mi timida vista,
vacilante,me conduce hacia la tuya,
encerrandome en taciturnos deseos.
Entonces el aroma sedante
del aire que respuras,
me abriga
bajo el cèfiro de tu febrìl aliento...
Y...y todo sucede
cuando me miras.
OSCAR FERNANDEZ
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POBRE DE MI

Desesperado reo del deseo de verte,
de conocrete,
de amarte.
Anhelando el sublime dia
en que Dios, de su mano,
te lleve a mi,
hacia el altar consagrado
a su divina merced.
Te espero amada mia.
¿No soy acaso tambien
un hombre
atado a las bendiciones del Padre Eterno?
Y sin embargo aun no te veo,
aun no te conozco,
aun no te amo.

Oscar fernandez
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Tu risa no es elegante.
No me encierra en la fantasíaen la que se embriaga el poeta.
No se lleva mi espíritu y mi concienciaa un fantástico paisaje eliseico.
No me hace divagar en hermosos pensamientos,
y tampoco roba mi voluntadpara hacer la tuya.
No me sujeta.
No me domina.Solo me gusta.

oscar fernandez,1983
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AQUEL DIA
Solo miré
y encontré tu rostro,
piedra de mármol tallada por ángeles;
y tus ojos,
fuegos castaños del dedo de Dios,
cubiertos por paredes de fino cristal.
Y bellas pupilas me aprisionaron cautivo
en el deseo de hacer poesía.
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"AZARIEL Y EL PRIMER LAPIZ"


He escuchado que hace mucho tiempo, existió un hombre llamado Azariel que guardaba en su interior un don de Dios Todopoderoso y Amado. Era facultad suya ver más allá, y escuchar más profundo; y hablar más sabiamente que cualquier otro hombre que había sobre la tierra en aquel entonces. Porque este percibía el movimiento de toda la creación de Dios y entendía la lengua de las cosas que al discernimiento humano le han sido prohibidas entender.En una ocasión iba bajando por las laderas de una colina y al lado del camino vio una oscura gruta de la que salía una hermosa, voz que cantaba una melodía igual de bella. Decidió entrar y saber quien originaba la música.Ya dentro, preguntó: -¿Quién eres? -Soy la piedra de Grafito- se escuchó.-Y ¿Qué te motiva a cantar?-inquirió Azariel. -Es mi forma de expresar mis ideas a los hombres. Pero parecen no escucharme-contestó la piedra.-Ojala yo pudiera ayudarte a que el mundo oyera tu linda canción. Sin embargo hasta ahora nada se me ocurre- contestó él.Luego de despedirse, el hombre siguió su camino. Pero siempre pensando en como podría ayudar a la piedra de grafito. Días de camino después, Azariel se encontró frente a un grandioso árbol que extendía sus ramas como tratando de alcanzar el cielo, y susurraba muchas palabras.-¿Quién eres?- preguntó Azariel. -Soy el árbol de Líbano- contestó el árbol.-Y ¿Qué haces? ¿Por que alzas tus brazos al cielo todo el tiempo?- preguntó de nuevo Azariel.-Me he prometido a mí mismo recordarle a los ingratos hombres y animales de este bosque que debemos darle gracias a Dios por nuestro existir. Pero parecen no darse cuenta de ello- contestó el Líbano.De pronto Azariel recordó a la piedra de Grafito y… -¡Ya sé qué puedo hacer!- grito emocionado.Entonces pidió al árbol de Líbano una de sus gruesas ramas. Y se despidió prometiéndole que lo ayudaría a que pudiera ser escuchado; partiendo de inmediato de regreso con la piedra de Grafito.Al llegar ante ella, le pidió una pequeña parte de su negro pero llamativo ser, asegurándole también la esperanza de ser escuchada. Azariel volvió a su hogar y allí talló la rama y pulió la piedra con sumo cuidado. Tardó varios días con sus noches, hasta que consiguió una pequeña varita de líbano con corazón de grafito y… ¡He aquí el primer lápiz! Con este, no sólo la piedra de Grafito y el Líbano pudieron expresar sus ideas y pensamientos, sino también los hombres pudieron hacerlo.Y aquellos que aprendieron a escuchar al árbol y a la piedra como a tras cosas de la creación, escribieron con el primer lápiz todos los libros de sabiduría que hoy se conocen.
OSCAR ANTONIO FERNÁNDEZ PAYARES

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